Por: Dra. María L. Ríos, Tesorera SPC
En Puerto Rico, como en el resto del Mundo industrializado, las enfermedades cardiovasculares son la mayor causa de muerte, tanto en hombres como en mujeres. Sabemos por estadísticas recientes, que mundialmente estas enfermedades han aumentado considerablemente, inclusive en países del llamado Tercer Mundo. Así vemos que países que antiguamente tenían tasas de mortalidad cardiovascular baja, como Japón y China, han presentado aumentos alarmantes en la incidencia de estas condiciones. Uno de los factores más importantes que ha llevado a este incremento sabemos que es el aumento en los niveles del colesterol sanguíneo. La conexión entre el colesterol elevado y eventos cardiovasculares (como ataques del corazón derrames, muerte súbita) es bien conocida. Lo contrario también es cierto y así encontramos que las poblaciones con colesterol bajo tienen menor riesgo cardiovascular. En Puerto Rico específicamente, la incidencia de colesterol elevado es 31.8% en personas entre 35-54 años y después de los 54 años esta incidencia sube a un 43%.
En parte el aumento de los niveles de colesterol es consecuencia de cambios en nuestros hábitos alimenticios. Sin embargo, hoy sabemos que además de la dieta hay otros factores importantes que regulan el nivel de colesterol en nuestro cuerpo. Se sabe que 20% del colesterol en nuestra sangre proviene de nuestra dieta, pero la mayor parte, un 80%, es producida por nuestros órganos siendo el hígado el órgano más importante en el control del colesterol. En la sangre el colesterol tiene que ser transportado en unión a una proteína formando complejos llamados lipoproteínas. Las lipoproteínas más importantes que debemos conocer son:
- LDL, también conocido como colesterol malo. Es la forma del colesterol que se deposita en las arterias llevando eventualmente a la obstrucción completa de la misma. Si la arteria obstruida es una arteria del corazón, la consecuencia será un ataque cardiaco. Si la arteria obstruida es una arteria del cerebro, la consecuencia será un derrame cerebral. Su nivel óptimo en sangre es 100mg/dl.
- HDL, llamado también colesterol bueno. Es la forma en que el colesterol es transportado en la sangre para ser eliminado por el hígado. Sus niveles altos son protectores para el corazón. Niveles bajos se asocian a mayor riesgo cardiovascular. Su nivel óptimo en hombres debe ser > 40mg/dl y en mujeres > 50mg/dl.
- Triglicéridos: es la forma de grasa más frecuente en nuestra dieta. Su nivel óptimo es < 150mg/dl.
Aunque estos son los valores óptimos, la determinación del colesterol LDL ideal para cada persona, debe ser determinada de acuerdo al riesgo cardiovascular que esta tenga. Se conocen tres niveles de riesgo: riesgo alto, riesgo bajo y riesgo intermedio. Los pacientes con riesgo alto tienen una probabilidad > 20% de tener complicaciones cardiovasculares a 10 años y por esto debemos ser más estrictos en el control del LDL y bajarlo a < 100mg/dl. Si ha habido una cirugía de Bypass o Angioplastía podemos obtener mayor beneficio si bajamos el LDL < de 70mg/dl. Hoy en día los pacientes diabéticos se incluyen en este grupo de alto riesgo. Para los pacientes de riesgo bajo el LDL debe ser < 160mg/dl y para las de riesgo intermedio < 130mg/dl.
Contamos al presente con medicamentos potentes y seguros para bajar el colesterol, pero la base del tratamiento debe ser un estilo de Vida saludable, incluyendo dieta baja en grasa saturada y colesterol, ejercicio aeróbico frecuente y mantener el peso ideal. Sin embargo, también sabemos que hay muchos pacientes que no llegaran a las metas de colesterol con estas medidas solamente. Estas personas necesitan tratamiento agresivo con medicamentos como las estatinas para bajar tanto su colesterol como su riesgo cardiovascular. Por eso recomendamos que visite un cardiólogo, el especialista ideal y mejor entrenado para manejar esta y otras condiciones que afectan la salud cardiovascular.